miércoles, 30 de marzo de 2016

La escuela ideal de Marina...


Un bonito día de primavera, Marina, se levantó regocijante y muy alegre. De hecho, incluso antes de que la despertara su padre para ir a la escuela. Corrió a buscarlo por toda la casa hasta que lo encontró en la cocina preparando el delicioso desayuno de todos los días.
- ¡Papá, papá!
- ¿Qué pasa, Marina?
- ¡He tenido un sueño muy bonito y divertido!
- Ah, ¿Sí? ¿Quieres contármelo mientras desayunamos?
- ¡Sí! Resulta, que en mi sueño los niños iban a la escuela en naves, iban volando por el espacio sin necesidad de caminar. ¡Parecía muy divertido, papá! Y en el colegio, las profesoras y los profesores no mandaban tareas.
- ¿No tenían deberes los niños y las niñas?
-No, papá. Los deberes se hacían en la escuela. ¡Y no veas lo divertido que era! Los niños flotaban como en una nube mientras hacían las tareas de clase o leían un libro. ¡Había una gran biblioteca de libros! Y eran mágicos…
- ¿Mágicos? ¿Y por qué eran mágicos, Marina?
- Pues papá, porque en esa escuela podían viajar hacia otros lugares y visitar el cuento de Blancanieves, la Cenicienta… ¡Podían viajar y conocer a sus personajes favoritos!
- Qué bien, los libros son muy bonitos. Por eso, tal vez aquellos niños y niñas leían mucho.
- ¡Sí! ¿Y sabes otra cosa, papá?
- ¿Qué? ¿Todavía hay más?
- Claro, papá. En aquella escuela, los niños y niñas eran amigos unos de otros y si peleaban en algún momento, la maestra no les castigaba ni se enfadaba, hacía un juego en el que debían de decir cosas positivas y bonitas del otro compañero o compañera. Luego se debían dar un beso.
- Vaya, qué juego tan interesante, Marina.
- Sí, ojalá que cuando me haga más grande las escuelas sean como ésta porque allí, en el espacio, aprendían jugando, aprendían soñando.
Y aquel día, Marina, contó a todos sus amigos el fantástico sueño que había tenido, un sueño que esperaba que en un futuro no muy lejano se hiciera realidad… ¡Quién sabe!
 
 
 
 
 

 

3 comentarios:

  1. ¡Qué chulada! Me ha encantado tu cuento, María. Es una preciosidad. Ojalá sea así la educación de nuestro futuro. :)

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  2. María, me ha encantado tu cuento. Estoy totalmente de acuerdo con Raquel, ojalá sea así la educación del futuro.
    Un saludo.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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