miércoles, 30 de marzo de 2016

Microcuento de la pequeña jacobina

Tenemos un pasado muy imperfecto, que patéticamente se ha pronunciado en pretérito absoluto pero escuchado con lengua perifrástica.

Y del presente, qué decir de los verbos presentes. Nada tienen que ver con los futuros que se soñaron o que simplemente se prefirió cubrirlos de rojo.

Mi niña roja, de nombre francés y apellido revolucionario. La vida es así, cada día se pinta más de color de rosa, y ya sabes que el rojo y el rosa nunca casaron bien.

Por muchas conjunciones que trates de crear, el tiempo, la vida, las personas, el rosa, se encargarán de bombardearlas con el armamento del futuro, que nada quiere atar ni ligar.

Mi niña roja, mientras lees esto es posible que nadie sufra de Stendhal, que todo se haya teñido de rojo, que la vida sea más rosa que nunca.

La escuela ideal de Marina...


Un bonito día de primavera, Marina, se levantó regocijante y muy alegre. De hecho, incluso antes de que la despertara su padre para ir a la escuela. Corrió a buscarlo por toda la casa hasta que lo encontró en la cocina preparando el delicioso desayuno de todos los días.
- ¡Papá, papá!
- ¿Qué pasa, Marina?
- ¡He tenido un sueño muy bonito y divertido!
- Ah, ¿Sí? ¿Quieres contármelo mientras desayunamos?
- ¡Sí! Resulta, que en mi sueño los niños iban a la escuela en naves, iban volando por el espacio sin necesidad de caminar. ¡Parecía muy divertido, papá! Y en el colegio, las profesoras y los profesores no mandaban tareas.
- ¿No tenían deberes los niños y las niñas?
-No, papá. Los deberes se hacían en la escuela. ¡Y no veas lo divertido que era! Los niños flotaban como en una nube mientras hacían las tareas de clase o leían un libro. ¡Había una gran biblioteca de libros! Y eran mágicos…
- ¿Mágicos? ¿Y por qué eran mágicos, Marina?
- Pues papá, porque en esa escuela podían viajar hacia otros lugares y visitar el cuento de Blancanieves, la Cenicienta… ¡Podían viajar y conocer a sus personajes favoritos!
- Qué bien, los libros son muy bonitos. Por eso, tal vez aquellos niños y niñas leían mucho.
- ¡Sí! ¿Y sabes otra cosa, papá?
- ¿Qué? ¿Todavía hay más?
- Claro, papá. En aquella escuela, los niños y niñas eran amigos unos de otros y si peleaban en algún momento, la maestra no les castigaba ni se enfadaba, hacía un juego en el que debían de decir cosas positivas y bonitas del otro compañero o compañera. Luego se debían dar un beso.
- Vaya, qué juego tan interesante, Marina.
- Sí, ojalá que cuando me haga más grande las escuelas sean como ésta porque allí, en el espacio, aprendían jugando, aprendían soñando.
Y aquel día, Marina, contó a todos sus amigos el fantástico sueño que había tenido, un sueño que esperaba que en un futuro no muy lejano se hiciera realidad… ¡Quién sabe!
 
 
 
 
 

 

martes, 29 de marzo de 2016

Recapitulando: Educación entre dos siglos

-   ¡Levántate holgazán! Hay muchas cosas qué hacer hoy - gritó el robot viviente de Pepito.
-  ¡Hoy estudiaremos la rareza de tu nombre! ¡No sé cómo a tus padres se les ocurrió ponerte un nombre así! - siguió el extraño robot.
-  ¡Está bien WP! Pero que sepas que me encanta mi nombre, me gustaría que existiesen más nombres así, no sé cómo no existen las vocales en los nombres - decía sorprendido Pepito.
- ¡Tienes mucho que aprender hoy! ¡Elige rápido tu ropa! - gritaba el WP mientras le enseñaba virtualmente dos pantalones y dos chaquetas de algodón.
-   ¡No me gusta ninguna de estas chaquetas!- gritaba Pepito enfurruñado.
- ¡Todos los días igual! ¡No sé qué hubieses hecho tú viviendo hace medio siglo donde sólo podrías vestirte con la ropa que había en tu armario! - exclamaba WP ya un poco cansado de la situación.
-   ¿Armario? ¿Sólo esa ropa? ¿Pero qué te pasa a ti hoy? - preguntaba Pepito cada vez más enfadado.
-  Armario: objeto rectangular de madera con cajones interiores para guardar tu ropa. Solo esa ropa: la gente salía a la calle paseando para comprar su ropa en los grandes almacenes. Qué me pasa a mí hoy: tengo la misión de enseñarte cómo vivían tus abuelos y de dónde proviene tu nombre - narraba rápidamente WP.
- ¡Dios Santo del amor hermoso! ¿Eso quieres que te diga? Esa frase era de mis abuelos y…hoy me creo que la aplicaré bastante en mi lección - exclamaba Pepito un poco cansado de la situación.
- ¡Oye, oye, oye! Espera un momento…que eso de que iban paseando por la calle a comprar a los grandes almacenes me ha gustado…explícame eso de que no había ropa en el interior de tu robot - seguía Pepito con curiosidad.
-  ¡No había ropa en el interior de los robots, porque no necesitaban robots! ¡Ni tan siquiera había robots para enseñar las lecciones del día! De eso se encargaban los maestros y los niños iban a las escuelas…jugaban con otros niños y habían nombres con vocales ¿Te enteras ya? ¡Pepito reiníciame si no quieres que pierda la paciencia! - gritaba WP cada vez más enfadado.
-  ¡De eso nada WP! ¡Esto se está poniendo interesante! ¡Quiero saber qué eran las escuelas y porqué los niños jugaban en la calle! ¡No puedo entender cómo no jugaban con sus robots! ¡WP, quiero visitar el año 2015! - exclamaba Pepito cada vez más entusiasmado.
-  ¡Dios mío! ¡Uy, perdón! ¡Exclamación de la época…espera que sincronice!...empezaré con la lección y si te veo preparado para el viaje convenceré a tus padres - desistía WP un poco nervioso.
- ¡Aunqueeeeeee…creo que no es buena opción! En esa época no existían los robots como yo…solo hacían pruebas y pruebas sin dar con un WP de verdad y si me encuentran me secuestrarán…y te quedarás sin WP…y me quedaré sin Pepito…y… - exclamaba WP desconsolado.
-  ¡No, no, no, no! ¡Excusas baratas! ¡Cuéntame la lección, la aprenderé toooooda y visitaremos la casa de mis abuelos! - decía Pepito con mucha ilusión.

- ¡Ehhhh…! ¡Uy! ¡A ver como hago esto…! ¡Está bien! Empezamos la lección… los niños de la época tenían nombres con vocales, se levantaban e iban a su armario a elegir algo de ropa que tenían en sus cajones, la leche se la calentaba su madre o su padre en el microondas y no mareaban a su robot para todo… ¡Perdón! ¡Últimamente se me desincroniza el botón del filtro!...si vivían cerca del colegio en una zona rural iban andando, olfateando las flores del camino y escuchando los cantos de los pájaros…si vivían por la zona pero en la ciudad, iban caminando con sus padres con la olor del humo de los coches y el ruido de la gente…si vivían muy lejos, los padres los llevaban con su coche. Una vez allí, los dejaban en un edificio gigante llamado “escuelas” o “colegios” y los recogían por las tardes si se quedaban a comer allí…por cierto, comida que se ponían en sus bandejas y se transportaban con sus manos, nada de robots, nada de elegir…menú del día… ¡Qué bien viviría yo en esa época…quizás no esté mal la idea de teletransportarnos! ... ¡Perdón! ¡Sincronizando el botón de filtro!...los niños llegaban con sus mochilas, sus libros, libretas y los materiales que necesitaban para trabajar por proyectos si caían en una clase de las más novedosas…Proyectos: lecciones que podían englobar todo el temario de la unidad y se estudiaba sin libro, con la ayuda de los compañeros y aprendiendo de manera vivencial… ¡Ningún WP les llevaba la mochilaaaaa! ¡Filtro roto! ¡Filtro roto! ... ¡Cambiaré las pilas cuando acabe con la sesión…aunque me gusta la sensación de hablar sin filtro!...¡Recapitulando!...seguimos…entonces existía Internet, una especie de información virtual como la que tenemos ahora pero a la que necesitabas una pantalla de acceso…es decir…¡No se vestían, elegían la comida, miraban las noticias, aprendían y mareaban a su WP 24 horas al día y si me apretas 25 si alguien se pone tonto!...¡Perdón! ¡Recapitulando! ... la gente andaba, bailaba, salía a la calle, los niños jugaban y aunque tenían información al alcance de su mano, eran autónomos … ¡No necesitaban un puñetero WP para vivir sus propias vidaaaaaaaasss! … ¡Recapitulando! ¡Recapitulando! ¡Recapitulando!

sábado, 26 de marzo de 2016

El Universo Educativo en 2060



Un zumbido sobresaltó a Kova mientras navegaba entre los nodos de su eNet. Su mente estaba tan inmersa viendo a Neil Armstrong en su narración sobre cómo acabó en eso de ser astronauta, llegando a realizar el primer viaje a la Luna, que ni se dio cuenta de que ya era la hora de empezar las clases. Estos relatos no interesaban a la mayoría de las personas, sin embargo, el primitivo afán de superación de estos antepasados apasionaba a Kova. Fuentes de energía renovable, el diseño de los primeros ordenadores, el nacimiento de web… el carácter de estos proyectos por conquistar un mundo común y lo que consiguieron despertar, le entusiasmaba.
En pleno año 2060 la superación del hambre no era un problema, la globalización ya no tenía límites y la tecnología parecía renovarse cada dos o tres días. Ahora todo estaba mecanizado, controlado, medido y dosificado. Kova había nacido en un mundo donde todo estaba ordenado, y estaba acostumbrado, pero leer la historia le hacía sentirse incómodo. Tener planificado cada minuto del día era muy cómodo, pero se sentía de una forma extraña. No conocía otra vida, pero podía afirmarse, incluso, invadido… coartado.
De nuevo el zumbido. Una vez más se había ensimismado, pero ya era el segundo aviso, debía aparecer en la escuela para comenzar con su instrucción matutina antes de las 10:30 de la mañana. Con colocar el dedo sobre el aviso intermitente de su muñequera saltó a la puerta del aula.
La escuela era un sitio particular, algo distinto del resto de edificios que frecuentaba. Bueno la asistencia estaba controlada por los paneles de ubicación como en el resto de lugares, la zona de almuerzo y comida la dirigía la misma empresa que en su residencia, y los asistentes mecánicos de soporte y seguridad eran los de siempre, pero no era por las instalaciones, sino por las personas.
A diferencia de lo que leía en sus archivos eNet sobre las historias del siglo XX, Kova únicamente socializaba cara a cara o, mejor dicho, en persona, en las horas que permanecían en clase. Las aulas eran el lugar perfecto para poner en práctica todo lo que aprendía con las píldoras Mensa. Cada contenido clave lo abordaba como una lluvia de imágenes en su desayuno matutino cuando engullía su dosis, y era con el maestro y los compañeros con los que experimentaba, exploraba, plasmaba e indagaba.

jueves, 24 de marzo de 2016

Práctica 5. Educación del futuro

     Educación del Siglo XXII.


      ¿Educación? ¿Qué es eso? – preguntó M4R14 a 3L3N4, aquella que un día la cultivó en el centro SapienS.
    – Ayy, eso ya no existe. En la antigüedad, las personas estudiaban, escribían, leían… Tu tatarabuela lo contaba. Ya sé que no entenderás nada, pues son términos que ahora ya no existen, pero en su momento eran la única manera de aprender cosas.

¿Aprender es como cuando voy al centro de instalación de software SapienS y me configuran los idiomas y demás habilidades?
   – Exacto. Pero un poco más pesado… jajaja. Me contaron que antes existía una cosa denominada papel y que necesitabas un objeto puntiagudo para poder expresar lo que querías...
    – Hala, ¡qué dices! ¿No les salía la ventana encima de la cabeza con las imágenes de lo que estaban pensando como ahora?
     – Creo que no, M4R14.
      
      Ambas se dirigían a la estación de teletransporte de la ciudad, la cual las dirigiría de manera inmediata al centro de instalación de conocimientos SapienS. Nada más llegar al centro, vieron en la entrada una familia con aspecto harapiento que pedía sin aliento a la policía no ser deportados a la Tierra.
     – No sé cómo habéis llegado a este planeta. Pero, ¿quiénes creéis que sois? – espetó uno de los policías a la familia. – Si no tenéis nada… jajaja.
     – Por favor, necesitamos ayuda. La Tierra no se sostiene. Es cierto que hemos llegado en la nave ilegal, pero mi familia necesita ayuda…  imploraba el que parecía el padre de familia. Pues sí, en la Tierra todavía existían familias normales y no se cultivaban seres vacíos que eran saturados de información una vez llegada su maduración.
      – ¿Tenéis dinero? – inquirió el policía.
      – Lo siento, no nos queda nada. Gastamos todos nuestros ahorros para poder llegar a este nuevo planeta. Por favor, señor.
      – Me temo que no me queda otra alternativa, entonces. 
     
       El policía sacó de su bolsillo un dispositivo redondo y tras una luz cegadora, la familia se desintegró al instante.
      M4R14, curiosa (no por naturaleza, sino por el chip implantado en su segundo año de vida), preguntó a su cultivadora:
      ¿Qué ha pasado ahí? ¿Han sacado a la venta un nuevo dispositivo de teletransporte? ¡Yo lo quiero!
     – No, M4R1A… Creo que no se han “teletransportado”… Y no preguntes más, ya te contaré todo cuando sea el momento adecuado o quizá pida el software para ello.
    
     El interior del centro SapienS era de un blanco níveo, impoluto, daba una imagen antiséptica y totalmente fría. Pero así entonaba con la manera de “aprender” que tenían los individuos de ese plantea.

         Quizá estas ideas sean demasiado cercanas a la Ciencia Ficción (pues podréis encontrar inferencias a Matrix y Elysium). Lo que sin duda reflejan es un futuro catastrofista, pero de alguna manera, cercano a la esencia humana más intrínseca: ansias de poder, deseo de instantaneidad o incluso rechazo a pensar que no somos omnipotentes.

La vida estudiantil en 2050



  Aurora se despertaba con el sonido de su propia voz. Cada mañana le parecía estar soñado consigo misma, pero  reaccionaba y volvía a la realidad, era lunes.
   - ¡Buenos días preciosa flor de la mañana! ¿Has dormido bien? –dijo su despertador parlante-. ¡Recuerda! Hoy finaliza el plazo para enviar el informe impreso vía internet, revisa los vídeos y la compatibilidad del archivo 4D.
  - Buenas. Todas las mañanas me recuerdas lo mismo, ¿hasta que no quite el recordatorio, no te callarás? –contestó Aurora malhumorada-.

  La joven en lo más profundo de su modificado sistema, sabía que no sería capaz de vivir sin ese aparato. Aunque no había tiempo de recodificar, llegaba tarde para coger sillón en la sala bibliotual, no podía quedarse sin lugar, llevaba un mes sin entrar al aula virtual y el trabajo se le acumulaba.

  Aurora desayunó en el tren de la universidad un rico croissant caliente, mientras lo comía ojeaba su agenda de pulsera, cada día aparecía un nuevo modelo, ipGates ya no sabía qué inventar.

  Al llegar a la facultad, Aurora se encontró con María, amigas conocidas por la red, un test de la amistad aseguraba una compatibilidad del cien por cien entre ellas. Cierto es, parecían almas gemelas.

  Las estudiantes se sentaron en los sillones de la bibliotual, se colocaron las gafas uaprende, y comenzaron a estudiar. Ambas estudiaban abogacía animalista, les apasionaba estudiar los derechos de los perros maltratados, de hecho la clase de hoy trataba sobre esta temática. Ellas subrayaban con la mirada los apuntes del profesor, mientras vocalizaban sus propias apuntes para aprobar el examen.

  La mañana concluyó con una conferencia desde Estados Unidos en el salón de videollamadas, el bisnieto de Emilio Calatayud, prometía explicar el nuevo código animal con vídeos e imágenes ilustrativas. La exposición más innovadora jamás contada…

miércoles, 23 de marzo de 2016

Práctica 5. La educación en 2013

Bienvenidas y bienvenidos a Google TIME.

La quinta práctica consiste en redactar un relato sobre cómo será la educación en 2030... o 2040... o 2050...

Para comenzar podéis leer  la entrada "Temps era temps que es va voler decretar un professorat 2.0" deEscola2018 que inspiró esta práctica:
A continuación tenéis este fragmento de La máquina del tiempo, una revisión de Simon West 2002 del clásico de H.G. Wells.
Os recomiendo que hagáis un relato personal, más literario que didáctico. Os dejo dos ejemplos de años anteriores con claros referentes cinematográficos:
Por último, podéis plantead un futuro utópico o distópico. Cada una tiene sus preferencias. Aprovechad la magnífica Timeline de vuestra compañera: 

martes, 22 de marzo de 2016

EL DESENLACE DE LOS CUENTOS
 
Colomer, T. (2005). El desenlace de los cuentos como ejemplo de las funciones de la literatura infantil y juvenil. Revista de Educación, Nº extra 1, 203-216.
 
La literatura infantil cumple tres funciones en el contexto sociocultural actual: el aprendizaje del  lenguaje y de las formas literarias básicas, la incorporación de los niños/as al imaginario colectivo y la socialización en los valores y conductas de la cultura. El desenlace de los cuentos tiene gran importancia en este sentido y, además, resulta interesante destacar las tres nuevas posibilidades básicas de desenlace en las obras que se apartan de la norma habitual:
 
- La aceptación del conflicto por parte de los personajes dentro de una nuevas coordenadas de vida.
- Los finales abiertos que nos dejan sin saber cómo termina el conflicto planteado.
- Los finales negativos que dejan el conflicto sin solucionar.
 
Enlazamos un video con un final alternativo de "Caperucita roja", para abrir la reflexión sobre la utilidad en el aprendizaje de los niños/as de los distintos tipos de finales:
 
 
 

lunes, 21 de marzo de 2016

METAFICCIÓN



"La metaficción en la literatura infantil a través de los álbumes metaficcionales."
 
The stinky cheese man and other fairly stupid tales (Jon Scieszka & Lane Smith).
La investigación que he seleccionado corresponde a la tesis doctoral de María Cecilia Silva-Díaz Ortega, dirigida por la reconocida catedrática en didáctica de la literatura Teresa Colomer.



Partiendo de la premisa de que “los libros enseñan a leer literatura”, en su tesis, Silva-Díaz se aventura a analizar las variaciones y potencial literario de los álbumes metaficcionales, contrastando tanto las enseñanzas que producen como los aprendizajes que se dan en los niños y niñas que acceden a este tipo de literatura.


La investigación pasa de un análisis descriptivo de los álbumes metaficcionales, hacia la comprensión que los noveles lectores expresan tras la lectura de estas complejas narrativas.


Si os provoca interés, os  animo a echar un vistazo a este trabajo y ver los resultados de la investigación:
http://www.tdx.cat/bitstream/handle/10803/4667/mcsdo1de1.pdf?sequence 



Silva-Díaz, M. C., & Colomer, T. (2006). Libros que enseñan a leer. Universitat Autònoma de Barcelona.


Para completar el post, os dejo dos vídeos:


                                                        “Metafiction for children” (Philip Nel)




                                                "Marion Bataille ABC3D" 
 

Seguro que en algún momento te has topado con alguno de estos libros... ¿Sabías que eran álbumes metaficcionales?