Mi experiencia en la lectura años atrás se
basó básicamente en aquellos libros que proponían los profesores en sus
materias para posteriormente, realizar una prueba académica sobre éstos. La
mayor parte de ellos no han sido de mi agrado, los he leído no por placer
propio sino por imposición de la escuela o el instituto. Sin embargo, sí que
hubo un libro que me gustó mucho por su temática amorosa, llamado La sombra del viento, de Carlos Ruiz
Zafón. De hecho, es uno de los que
más y mejor recuerdo, y me gustaría volver a leerlo porque es de esas historias
que te llenan profundamente y te hacen sentir realmente interés por la lectura.
Aunque también me pareció interesante otro que leí pero estando todavía en la
escuela, titulado Dues llàgrimes per Màquina, de la autora Fina Casalderrey.
Ambas lecturas me resultaron muy
entrañables, tal vez porque su temática mostraba el amor y el cariño hacia una
persona o ser querido, pero ante todo, creo que ésta se adaptaba a los
intereses lectores propios de la etapa educativa en la que me encontraba en ese
momento.
Actualmente, no estoy leyendo ningún libro
debido a mi reducido tiempo para ello. Sin embargo, me gusta mucho leer libros
que traten temáticas como las que he nombrado anteriormente así como también
literatura infantil, pues pienso que mi formación en relación a la misma es muy
relevante para mi futura práctica educativa como maestra de Educación Infantil.
Por último, destacar la importancia de las
Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación en el proceso lector. Hoy
en día, como bien sabemos, el profesorado tiene a su disposición recursos
tecnológicos (pizarra digital, por ejemplo) que hacen más amena y más lúdica la
lectura de cuentos y libros. Bajo mi perspectiva personal, creo totalmente que
constituyen una herramienta fundamental en la educación lectora de los niños y
adolescentes actuales, que requieren de unas necesidades educativas diferentes
a nuestros antepasados ante las exigencias de la sociedad a la que
pertenecemos. Por tanto, los docentes debemos optar por una enseñanza del
alumnado basada en el desarrollo de la competencia lectoliteraria mediante el
empleo de nuevos recursos educativos como son los tecnológicos, que favorecen
sin duda alguna, una visión positiva sobre ésta.
¡Hola, María!
ResponderEliminarOpino como tú: los docentes debemos formarnos en métodos de innovación tecnológica y en el uso de las TIC. Pueden emplearse en el aula para presentar un libro y atraer la atención de los alumnos (por ejemplo, el vídeo de un booktuber), para ofrecer lecturas digitales...
No digo que esto deba sustituir a la lectura en papel, ni que en todos los centros deban imponerse estos métodos, pero qué menos que los docentes se interesen por ello.